Las 4P del Facilitador

Las 4 P del Facilitador

Crear impacto positivo hacia la madurez del grupo logrando procesos sinérgicos que aseguren los mejores y mayores resultados con el menor desperdicio socio-emocional tiene su respuesta en las 4P del Facilitador: Presencia, Permiso, Protección y Potencia.

Facilitar es promover y acompañar los procesos sinérgicos de grupos, organizaciones y comunidades optimizando su capacidad de aprendizaje y auto-desarrollo integral.

La Facilitación se ejerce sobre procesos co-evolutivos que le permitan al grupo superar individualidades y alcanzar su madurez a través de nuevos conocimientos, destrezas, percepciones y significados que le aseguran una mayor autonomía y proactividad al ser capaces de “sinergizar” unos con otros, resolver sus asuntos y establecer un balance entre las necesidades individuales vs grupales en coherencia con los requerimientos del contexto.

Sin duda, el acompañamiento del facilitador en el proceso de crecimiento del grupo hacia su madurez está lleno de escollos que deberá afrontar con un profundo respeto hacia el ciclo de vida del grupo, proponiendo y no imponiendo nuevas prácticas conductuales y actitudinales, desde la ventana de oportunidad que el momento del grupo reclama.


¿Cuáles son esos escollos que frenan la co-evolución del grupo hacia su madurez? En general se trata de patrones de pensamiento y comportamiento arcaicos, generalmente no conscientes, que no se corresponden con los patrones requeridos para alcanzar la sinergia. También están los bloqueos emocionales (miedos, rabias, resentimientos) y las historias guardadas en la constelación grupal (lealtades, atascos, embrollos) que adoptan las formas de resistencias al cambio.


Hacer visible lo oculto y consciente lo inconsciente es la tarea esencial del facilitador para provocar el “darse cuenta” del grupo, es decir, promover el descubrimiento de los “frenadores” que les impide comunicarse mejor, decidir y crear juntos, fluir desde el amor, la gratitud y el compromiso hacia la co-creación sinérgica de los mejores resultados.


¿Cómo lograr ese impacto positivo hacia la madurez del grupo? En mi experiencia facilitadora por más de cuarenta años he encontrado la respuesta a esta pregunta en la práctica de las 4P (Presencia, Permiso, Protección y Potencia) aprendidas en mi formación como Psicoterapeuta de Análisis Transaccional.


La finalidad del Análisis Transaccional es que la persona “desobedezca” el Guion de Vida que lo mantiene atado a programas arcaicos que limitan su libertad y autonomía frenando su potencial de desarrollo. Se busca que la persona re-decida de manera autónoma los pensamientos, actitudes, creencias y emociones en conexión con su Ser Auténtico “Aquí y Ahora”. Los mensajes 4P por parte del Psicoterapeuta ayudan a la persona a lograr su propósito de desarrollar todo su potencial humano de manera auténtica.


Encuentro una gran similitud entre el proceso de cambio y transformación antes descrito y el que requiere un grupo para avanzar hacia la madurez de los procesos sinérgicos.


¿Cómo opera la presencia, el permiso, la protección y la potencia cuando se aplica al proceso grupal? A continuación planteo mi aplicación de estas 4P a la práctica facilitadora:

  • Presencia: Promover y acompañar los procesos sinérgicos exige que toda nuestra energía esté al servicio del grupo, organización o comunidad que está bajo nuestro cuidado facilitador. Se trata de estar presentes aquí y ahora con todos nuestros sentidos, comunicando, sin palabras, que estamos disponibles y dispuestos.
  • Potencia: La potencia se refiere a la capacidad del facilitador para enviar mensajes oportunos que apunten al nudo que tiene atascado al grupo y le impide co-evolucionar sinérgicamente. Se trata de “hacer visible lo oculto y consciente lo inconsciente”, es decir, leyendo el proceso oculto del grupo.
  • Permiso: El grupo necesita sentir que está “permitido” avanzar hacia los nuevos patrones conductuales, actitudinales, emocionales y mentales que están emergiendo, desbloqueando asi emociones, lealtades y resistencias. El facilitador modela y refuerza en el grupo la validez de actuar de una manera distinta ante la tensión creativa que surge del cambio posible para no quedarse estancado en el conformismo, el pasado o el miedo.
  • Protección: Salirse de la zona de confort genera ansiedad tanto en cada persona en particular como en el grupo como totalidad. De esta manera, el “permiso del facilitador para el cambio grupal” debe estar acompañado de mensajes de apoyo que le transmitan a cada miembro y al grupo seguridad y confianza, mostrando aceptación, empatía y compasión hacia la experiencia. Así mismo, es necesario que se resguarden las condiciones que no pongan en riesgo la integridad física, mental, moral y emocional del grupo.


Aquí te he propuesto las ideas más significativas de cómo vengo empleando la presencia, el permiso, la protección y la potencia en el campo de la Facilitación de Procesos Sinérgicos. Será tu intuición y un profundo respeto hacia las necesidades del grupo en su ciclo de crecimiento lo que te marcará la pauta para emplear de manera efectiva estas 4P del facilitador.

Miriam Castillo P.

Directora MCP, Desarrollo Humano
Miembro Cofundadora de ALFA Asociación Latinoamericana de Facilitadores.



Datos de contacto y redes

Dirección: Caracas, Venezuela
Teléfono: (058) 4241294209
Correo: miriancas@gmail.com
Sitio web: https://www.mcpdesarrollo.com

Contratar a un facilitador/a ¿Gasto o inversión?

Artículo Contratar un facilitador

El presente artículo destaca los factores de valor que la Facilitación le aporta a la Empresa u Organización por tanto sirve de guía para la toma de decisiones gerenciales sobre un aspecto crucial en el Desarrollo Organizacional buscando responder la pregunta ¿Contratar un Facilitador es una inversión o un gasto?.

¿Eres de los que piensan que contratar a un Facilitador Profesional es un gasto para tu Empresa? Si sigues leyendo estoy segura que cambiaras de idea.

Cada día se reconoce más la importancia de invertir en un Facilitador Profesional para el manejo de los procesos personales, grupales u organizacionales que se dan en los distintos espacios humanos: reuniones, asambleas, mesas de resolución de conflictos y negociación, encuentros de aprendizaje, recuperación psicosocial post crisis y desastres por citar los más importantes.

La facilitación es una práctica milenaria que nace con la humanidad, es decir, siempre han existido “facilitadores”. La frase “Para conducir a la gente camina detrás de ellos” de Lao-Tse data del IV a.c, y mantiene vigente la esencia de la facilitación que es apoyar los cambios y transformaciones de las personas, grupos u organizaciones potenciando sus recursos y optimizando el proceso grupal para el logro de resultados sinérgicos.

Hoy por hoy la facilitación es una profesión emergente que se construye día a día a sí misma en base a innovaciones e intercambio de experiencias pudiendo dar cuenta de un cuerpo de principios, valores, metodologías y buenas prácticas, donde destacan las competencias facilitadoras que permiten valorar el desempeño del facilitador, retroalimentar las fortalezas y necesidades de su desarrollo y generar confianza en el cliente al saber que existen criterios claros para seleccionar profesionales de la Facilitación que conocen su ejercicio.

Se le reconoce a la Facilitación su capacidad de hacer que personas, grupos, organizaciones y comunidades asuman sus retos de manera más eficiente, participativa y colaborativa logrando más y mejores resultados en menor tiempo y a un menor costo psico-social, todo ello por supuesto si se cuenta con un facilitador experto en procesos humanos capaz de crear climas de respeto, seguridad y confianza, usar métodos y herramientas de manera responsable en función de las necesidades y requerimientos de su sistema-cliente quien además agregará valor a la cultura organizacional al modelar buenas prácticas de comunicación, creatividad, compromiso, toma de decisiones y manejo de conflictos.

En definitiva, el Facilitador Profesional contribuye a:

  • Optimizar el tiempo del grupo.
  • Lograr participaciones productivas.
  • Estimular el talento individual y grupal.
  • Orientar el aprendizaje organizacional y la gestión del conocimiento.
  • Arribar a decisiones consensuadas con resultados concretos basados en el compromiso.
  • Desarrollar la inteligencia grupal para abordar conflictos de manera sinérgica.

Te invito a valorar estos retornos intangibles al momento de decidir la posibilidad de contratar los servicios de un Facilitador Profesional para tu Empresa….Y de nuevo la pregunta ¿Eres de los que piensan que contratar a un Facilitador Profesional es un gasto o una inversión para tu Empresa? Luego de las ventajas que te he presentado estoy segura que comenzaras a mirar la Facilitación como una Inversión Empresarial.

Autora:

Miriam Castillo P.
Directora MCP, Desarrollo Humano
Miembro Cofundadora de ALFA Asociación Latinoamericana de Facilitadores.

Datos de contacto y redes

Dirección: Av. Victoria. Ed. Paterdam. Las Acacias. Caracas-Venezuela
Teléfono: 058 4241294209
Correo: miriancas@gmail.com
sitio web: www.mcpdesarrollo.com