Lo que expongo en este artículo son algunas ideas que he adoptado en mi proceso de aprendizaje de ser facilitador a lo largo de 34 años de ejercicio profesional.
Explicar por qué, aunque todos los perros son mamíferos y no todos los mamíferos son perros, es una forma simplista de intentar clarificar en el universo amplísimo de nuestro oficio, que todos los facilitadores pueden desempeñar cargos de coaches, o capacitadores, o conductores de grupos o conferencistas, pero no todos quienes desempeñan estos cargos son necesariamente facilitadores.
Cada uno de estos especialistas deberá desarrollar habilidades específicas dentro de su práctica. Posiblemente el coach personal no requiera las habilidades didácticas de un capacitador o de un conferencista master trainer y entrenador de entrenadores, como ahora me llaman, cuando yo me definía a mí mismo como instructor de capacitación, pero ambos profesionales compartimos el fin y el objetivo último, que es, en palabras de San Juan Pablo II, “el desarrollo de toda la persona y de todas las personas”.
Incluso, van surgiendo con el cambio de era que vivimos, nuevas especializaciones, como la de Conselor y Consultant, que puede traducirse como consejero y consultor respectivamente y que no se maneja en el contexto hispanoamericano. Y si con los consultores, digna profesión, nos metemos, los hay de todos tipos: de desarrollo humano, legales, fiscales, etc.
Una curiosa experiencia personal es que, hace algún tiempo, buscando trabajo como Capacitador Entrenador, me llegaron ofertas como entrenador de acondicionamiento físico, o el también muy respetable trabajo, de facilitador vendedor, experto en venta de libros y enciclopedias de puerta en puerta que por supuesto no es mi vocación.
Todos aquellos que dicen que enseñan no son, en mi opinión, facilitadores si carecen de las competencias facilitadoras. ¿Quién no recuerda a ese mal maestro de escuela que, falto de habilidades didácticas tenía como único objetivo exponer su tema y reprobar a medio grupo para hacerse sentir superior a sus alumnos?
No todos los profesionales dedicados al área de formación poseen las competencias facilitadoras que lo acrediten como tal. De entre los varios modelos de Competencias Facilitadoras en este artículo hago referencia a las asumidas por ALFA conocidas como las 11+1 Competencias Facilitadoras, a saber:
- Autogestionar el Desarrollo
- Planificar participativamente
- Lograr confianza y credibilidad
- Gerenciar los recursos
- Guiar el proceso grupal
- Favorecer la comunicación
- Estimular la participación
- Promover la toma de decisiones
- Estimular la creatividad
- Manejar las conductas disociadoras
- Propiciar reflexiones y compromisos
11+1 Fluir con el proceso
En la sección de recursos de este sitio web, podrá ver videos de cada una de estas competencias, acompañados de gráficos explicativos:
Pero ¿Qué es la Facilitación? Tomo de los documentos de ALFA una idea central:1
“La facilitación es una disciplina emergente de las ciencias sociales, que comparte medios y fines con diversas disciplinas profesionales, cuyo rasgo distintivo es movilizar procesos personales, grupales y organizacionales, de manera sostenida y sostenible en el tiempo
Entonces auto-corrijo y reescribo ahora, que el Facilitador o Facilitadora , es un profesional que desarrolla estas competencias para hacer más fácil el proceso de crecimiento personal o de un grupo, con herramientas de trabajo desarrolladas metodológicamente, de conformidad a cada especialidad.
Ensayar otras definiciones me resulta complicado.
Será a través del diálogo y el Encuentro que ALFA promueve, que tal vez, algún día, cuando dejemos de ser emergentes, descubramos, como facilitadores, qué clase de perros somos.
Notas:
- Del Programa de Formación Básica de Facilitadores ALFA.
Autor:
Bernardo J Ruiz Barrera
Director fundador de Cromática Facilitadores LA
Socio de ALFA Asociación Latinoamericana de Facilitadores
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